De primero de primaria.
Déle a sus hijos oportunidades para leer en voz alta. ¡Inspire a sus hijos a que lean todos los días! Los siguientes consejos le ofrecen maneras divertidas para ayudar a que sus hijos se conviertan lectores seguros y contentos. Intente diferentes consejos cada semana y vea cuales funcionan mejor.
No salga de su casa sin algo para leer
Traiga consigo un libro o revista para cada vez
que su hijo o hija tenga que esperar, como en
una visita al doctor. Siempre trate de encontrar
tiempo para la lectura.
Una vez no es suficiente. Motive a que su hijo vuelva a leer sus libros y poemas favoritos.
El volver a leer las cosas ayuda a los niños a leer mejor y más rápido.
Profundice sobre el argumento: Pregúntele a su hijo cosas sobre el cuento que acaban de leer. Diga algo como: “¿Por qué crees que Clifford hizo eso?”
Controle la televisión: Es difícil que la lectura compita contra la televisión y los juegos de video. Por ello es necesario que motive la lectura como una actividad para “los ratos libres.”
Sea paciente: Cuando sus hijos estén tratando de leer una palabra, déles tiempo para que lo hagan.
Recuérdele mirar con atención la primera o primeras letras de la palabra.
Seleccione libros del nivel correcto: Ayude a que su hijo no seleccione libros que sean
demasiado difíciles. El objetivo es darle muchas experiencias exitosas en la lectura.
Juegue juegos de palabras: Haga que sus hijos repitan los diferentes sonidos de palabras similares como bote y lote; ratón y botón; o poco y loco.
Yo lo leo y luego tú lo lees
Tome turnos leyendo en voz alta a la hora
de dormir. Los niños disfrutan de momentos
especiales con sus papás.
Corrija gentilmente al joven lector: Cuando su hijo cometa algún error, gentilmente señale la letra o letras que omitió o que leyó incorrectamente. Muchos lectores principiantes tratarán de adivinar la palabra basados en la primera letra.
¡Hable, hable, hable!
Hable con su hijo todos los días sobre la escuela y cosas de la casa. Use algunas palabras interesantes durante la conversación y recuérdele palabras que ya utilizaron en el pasado para que las aprenda y recuerde mejor.
¡Escriba, escriba, escriba!
Pídale a su hijo que le ayude a escribir la lista del
supermercado, una nota para Abuelita o un
diario de las cosas especiales que suceden en
casa. Cuando esté escribiendo, trate que su hijo
escriba las letras y sonidos que está aprendiendo
en la escuela.